Mac y Danny se encuentran inspeccionando el apartamento de Jay Knight, un hombre que acaba de ser asesinado.

La joven Margo Trent corre frenéticamente por una calle vacía cuando es atropellada por un camión.

La acción se sitúa en la cafetería donde Mac desayuna todos los sábados mientras lee tranquilamente el periódico.

Mac y el Dr. Hawkes investigan la causa de la muerte de un experimentado escalador que cae al vacío mientras trepaba por el Empire State Building. Cuando encuentran su móvil machacado en el asfalto, se dan cuenta que lo último que hizo el deportista fue llamar al número de emergencias. Pronto descubrirán que presenció un asesinato mientras subía por la ventana del piso 35 y que quería alertar a las autoridades. Cuando entran en el edificio, encuentran el cadáver de un prestigioso abogado. Mientras tanto, Stella y Danny investigan el asesinato de una famosa diseñadora neoyorquina, cuyo cuerpo ha aparecido con un sujetador de diamantes de su propia colección valorado en ocho millones de dólares.

Mac y Hawakes investigan la muerte de un conocido cirujano plástico que aparece con ácido en la cara en la famosa “Grand Central Station” en hora punta. En busca de pruebas, Hawakes descubre una huella en un oso de peluche de una niña que se encontraba en la estación en el momento del crimen. Para la resolución de este caso sería importante descubrir el recipiente en el que se encontraba el ácido. Siguiendo esta hipótesis, adivinan que el vaso con el que un mendigo callejero pide dinero contiene restos de la sustancia, además de una inscripción con el nombre de una empresa farmacéutica. Curiosamente, una aparición de Jennifer López en la televisión ayudará a Hawakes a arrojar luz sobre el asesinato del negligente cirujano. Mientras tanto, Danny y Stella investigan la muerte de una joven que aparece con signos de estrangulamiento y con unas misteriosas partículas de metal sobre el cuerpo en un ático de Manhattan. La autopsia revela que la víctima era ciega y, tras descubrir en su apartamento un GPS con el que reconstruir sus últimos movimientos, los investigadores se dirigen a un “centro de caricias” en el que la fallecida se encontraba horas antes de su muerte. Una escultura sin terminar moldeada por la víctima, una carta escrita en braille y un jugador de jockey darán las claves para la resolución del suceso. Por otro lado, Mac descubre que Aiden, encargada de investigar la violación de Regina Moore, ha manipulado una prueba. Este hecho será decisivo para la continuidad de la forense en el equipo del C.S.I.

Mac investiga la muerte de un hombre despedazado por un tigre siberiano en el zoológico del Bronx, tarea complicada por el hecho de que la mitad del cuerpo se encuentra en las entrañas de la fiera. Sin embargo, hallan la mano del fallecido en la jaula, con señales de congelación y restos de cinta alrededor de la muñeca, que indican que estuvo atado en el momento de encararse al depredador. Los residuos debajo de las uñas son de origen animal, lo que conduce las pesquisas del equipo forense al Mercado Central. Mientras, Stella y Hawkes investigan la muerte de una mujer, elegantemente vestida de blanco y encaramada a un tiovivo. Les llama la atención la ropa y los zapatos, que -a pesar de proceder de las mejores tiendas de Park Avenue- son de una talla inferior a la que usaba la víctima. Según declaraciones de la madre, su hija iba a asistir a una fiesta de debutantes en el exclusivo hotel Waldorf Astoria. La localización de su hermana, que no puede ocultar los celos que sentía, y el hallazgo de veneno de araña en el cadáver dan un giro a las investigaciones.

Mac acude a Central Park en compañía de Lindsay, la fotógrafa. Les espera un cadáver sentado en un banco, con el cuello ensangrentado y rodeado de moscas. Al tocarlo, la cabeza se desprende sin dificultad del tronco: ha sido un corte limpio. Lo más curioso es que, aparentemente, murió sin ofrecer resistencia. Las pruebas de laboratorio indican que el arma homicida tuvo que tener una hoja extremadamente afilada, posiblemente una espada samurai o una katana. Paralelamente, Stella y Danny investigan la muerte de un hombre durante las Fiestas de San Gennaro en el barrio italiano. Al parecer, cayó accidentalmente sobre la figura del santo y fue apaleado por la multitud. Pero la causa de su fallecimiento no fueron los golpes, sino una astilla clavada en su corazón. Cuando analizan sus respectivos casos, el equipo de “C.S.I.” descubre que ambas víctimas trabajaban en la misma empresa, una compañía en la que los ejecutivos reciben entrenamiento en artes marciales, se le exige total fidelidad y la venganza se considera una causa noble. Mac excluye que se trate de una coincidencia y sentencia: “Todo está conectado”.