Después de asesinar notoriamente a "El sepulturero", el francotirador fugitivo Jacob Broadsky vuelve a atacar. Esta vez, su víctima es un sospechoso anterior que escapó del sistema de justicia. Más decidido que nunca a atrapar a Broadsky, Booth utiliza su propio entrenamiento militar para vencer al francotirador en su propio juego. Jura hacer lo que sea necesario para asegurarse de que se haga justicia. En un enfrentamiento acalorado y dramático, Booth tiene minutos para atrapar a Broadsky antes de que alcance a su objetivo previsto, pero la habilidad y velocidad de Broadsky pueden resultar ser un digno adversario. Mientras tanto, el padre de Angela visita el Jeffersonian y insiste en ponerle nombre a su futuro nieto.