Después de cumplir seis meses por fraude de beneficios, Frank es liberado de la cárcel para ser recibido por una Monica muy embarazada, tan embarazada que da a luz en el Jockey. Pronto sufre una grave depresión posparto, molesta por haber tenido un aborto que deshizo del gemelo de su hijo sobreviviente. Con poca ayuda de Frank, convoca a Fiona, Lip y Carl para un funeral ficticio por el niño fallecido, pero Fiona, reconociendo la incapacidad de sus padres para criar más niños, roba a Stella y al bebé y, con la ayuda de Lip, los esconde con Kev Ball mientras habla con Steve sobre proporcionarles vivienda. Stella, con el bebé en brazos, se extravía, causando pánico en el vecindario, pero finalmente encuentra a Frank y lo obliga astutamente a admitir públicamente que la ama. Él los lleva a casa, donde se desata una gran pelea familiar, que a su vez lleva a una reconciliación y una celebración en el Jockey, mientras otra pelea comienza y se llama a la policía, como en los viejos tiempos.