Stella encuentra un paquete en el capó de su coche con piezas de un rompecabezas ensangrentado. Cuando consiguen ensamblarlo, Adam, Lindsay y Stella se dan cuenta de que reproduce una imagen de Manhattan en la que falta la pieza correspondiente a un edificio concreto y deciden visitarlo. Una vez en el edificio, el quipo halla otro paquete con un nuevo puzle en las mismas condiciones, y cuando acuden al lugar indicado encuentran que el edificio ha sido demolido. Cuando Mac es informado del asunto se da cuenta de que ambos edificios son representativos de su vida pasada: el primero es en el que ocurrió el primer crimen de su carrera y el segundo es en el que vivía años atrás, por lo que no tarda en relacionarlo con las llamadas que ha estado recibiendo a las 3:33 horas. Más tarde Mac y Stella acuden al edificio Chrysler, también importante en su vida, y encuentran un tercer paquete. Esta vez el puzle representa un edificio de Chicago, la ciudad donde creció. Una nueva llamada a las 3:33 comenzará a clarificar las cosas. Por otro lado, los forenses investigarán el asesinato de un novio el día de su boda, un crimen para el que habrá una larga lista de sospechosos: desde sus familiares más directos hasta los amigos de la víctima, que podrían esconder oscuros motivos para impedir el enlace.

Mac viaja a Chicago para tratar de resolver el misterio de las llamadas a las 3:33 horas. Cuando acude al Tribute Building -la pista obtenida del tercer rompecabezas-, el detective encuentra un cuerpo parcialmente momificado colgando del techo de una oficina abandonada y la palabra “Cobarde” pintada en la pared, como si de un macabro juego del ahorcado se tratara. El equipo de Chicago descubre posteriormente que el cuerpo corresponde a un joven hombre blanco que debió ser asesinado 30 años atrás. Con todos los datos y las pistas dejadas por el acosador, Mac deduce que se trata de Bobby Toole, el hombre que asesinó al hermano mayor de un gran amigo suyo, cuya muerte no pudo evitar pese a encontrarse presente en la escena. La idea de que su amigo es el acosador, que busca venganza por la muerte de su hermano, va tomando forma en su mente. Mientras tanto, Stella se da cuenta de que Drew, el hombre con el que sale desde hace un tiempo, podría tener algo que ver con el caso de Mac y deduce que ha podido estar utilizándola sólo para poder acercarse a su jefe. Esta hipótesis se convertirá en una certeza cuando la agente compara las huellas de Drew con las encontradas en los diversos paquetes que recibió Mac y descubre que coinciden a la perfección.