Mientras Brian enfrenta acciones disciplinarias por una muerte bajo custodia de su pasado, el resto del equipo descubre el arma que mató al narcotraficante Christian Highsmith en 1998. La misma arma mató a un niño joven, Danny Bossano, en 1982 en Gibraltar, un puerto de escala para los barcos en los que supuestamente Christian escondía las drogas. El equipo de UCOS va a Gibraltar para reunirse con el superintendente Cruz, el jefe local de casos sin resolver, quien cree que Danny era parte de la banda de contrabando de drogas. El hecho de que el arma fuera de uso militar también lleva al evasivo comandante Adam Sinclair, mientras Sandra interroga al dueño del casino Harry Truman, quien había sido amigo de Christian. Gerry y Steve visitan el casino de Truman pero accidentalmente quedan encerrados en un contenedor de envío mientras que el agente de envío Gordon Fletcher, asociado de Truman, es encontrado muerto.

Gerry y Brian terminan en una granja de naranjas de donde hacen autostop con un grupo de motociclistas de regreso a Gibraltar y le cuentan a Sandra la conexión entre Fletcher y Truman, así como el hecho de que el padre de Danny Bossano, Levy, se encontró con Fletcher justo antes de su muerte. Levy se niega a revelar por qué tiene treinta mil libras en la casa, mientras Truman le explica a Sandra que en realidad es el dinero ganado por Fletcher en el casino. Mientras tanto, Gerry y Brian descubren que Danny dibujó muchas imágenes de sus amigos, hijos de soldados, entre ellos uno de un joven Sinclair, quien describe la muerte accidental de Danny. Luego, Levy revela la identidad del asesino de Christian, quien le pagaba para que se mantuviera en silencio. De vuelta en casa, Brian enfrenta su juicio, pero Embleton, el hombre a quien culpa por la muerte de Anthony Kaye bajo custodia, retira los cargos contra él y es exonerado. Sin embargo, Brian graba en secreto una confesión de Embleton sobre lo que realmente sucedió y le entrega la cinta a la madre de Kaye.