Ahora saliendo con el topógrafo Alec, Jenny se une a las otras parteras en su nuevo y superior lugar de trabajo, junto con la última recluta, la Hermana Winifred. Jenny está preocupada por Merle y Billy, una joven pareja cuyos bebés están permanentemente enfermos, lo que les hace dudar de sus habilidades como padres, mientras que el estrés se agrava por el hecho de que el hermano de Billy murió cuando era niño. Sorprendentemente, la Hermana Monica Joan accidentalmente le brinda la solución a los problemas de los niños al Dr. Turner, salvándolos así. Mientras tanto, Chummy busca apoyo para la clínica de atención prenatal recién inaugurada pero poco utilizada, aprovechando una visita real para ponerla en el centro de atención. El día es un éxito y, para agregar más a ello, Chummy ayuda a una mujer mayor con un parto difícil, lo que lleva a la Hermana Julienne a pedirle que vuelva a trabajar.

A medida que Jenny toma licencia por duelo tras la muerte de Alec y la Hermana Julienne colapsa de agotamiento, Shelagh regresa para ayudar y llega la eficiente enfermera Patsy Mount. Comienzan a planificar una fiesta para celebrar el jubileo de la Hermana Evangelina tomando sus votos sagrados, pero son interrumpidas por la enojada Sra. Harper, cuya hija Sally, una joven con síndrome de Down, está embarazada. El padre, Jacob, que sufre de parálisis cerebral, vive en el mismo hogar residencial y declaran que están enamorados y planean casarse, pero el bebé nace muerto y Jacob es enviado a otro hogar. La noticia de la celebración de Evangelina atrae a su hermano Vincent, ahora un indigente alcohólico, y ella le roba comida y lo ve admitido en el hospital, pero su fiesta continúa a pesar de sus protestas, y la comunidad muestra su aprecio por su trabajo a lo largo de los años.