Los forenses abren una nueva investigación criminal a raíz del asesinato de un turista ruso tras ser brutalmente apuñalado. Las primeras indagaciones constatan que el hombre viajó a Estados Unidos en busca de su hija, una joven que soñaba con convertirse en modelo, cuya desaparición parece estar relacionada con una peligrosa mafia dedicada a la trata de blancas. Para esclarecer el caso, Mac Taylor solicita la colaboración de la inspectora jefe Gillian Whitford, cuya sobrina desapareció mientras intentaba conseguir un trabajo como bailarina profesional. Posteriormente, las pruebas encontradas en la ropa de la víctima llevan al C.S.I. hasta un almacén donde la organización criminal ocultaba a las chicas. Cuando los forenses llegan al lugar, descubren que las mujeres han sido trasladadas a otro emplazamiento. Los forenses redoblan sus esfuerzos para encontrarlas antes de que sean enviadas a otro país.