Carrie va con Standford a una fiesta de su amiga Kira. Deben quitarse los zapatos antes de entrar, porque es parte de las normas de la fiesta, pero al salir descubre que le han robado sus nuevos “Manolos”. La anfitriona, Kira, dice que paga por los zapatos perdidos, pero cuando Carrie le dice cuánto costaron, ella se arrepiente y no puede costearlo. Miranda tiene tres problemas: su hijo está enfermo, hay una casa vacía en su edificio y además echa en falta la compañía masculina. Esto lo resuelve una misma persona: el Doctor Robert Leeds, que curará a Brady, será el nuevo vecino, y además tendrá un romance con Miranda.

Carrie accede a una reunión para ver cómo está su amor platónico de la secundaria, a quien ella dejó, y descubre que Jeremy se ha vuelto aún más atractivo. De vuelta en el caluroso Manhattan, Samantha no puede ingresar a la lista de espera del club Soho House, que tiene una piscina con servicio, pero encuentra un pase olvidado de alguien (Annabelle Bronstein). Cuando Stanford presenta a su guapo novio Marcus frente a Charlotte y Anthony, este último demuestra con una foto de la revista Honcho que el chico solía trabajar como acompañante gay llamado Paul. Charlotte se lo muestra a Miranda durante un partido de los Knicks en el Madison Square Garden, donde ellas admiran a su amorío, el doctor Robert Leeds, quien trata al equipo pero parece estar interesado en una animadora. Cuando Jeremy se queda en casa de Carrie, le cuenta que está en terapia mental intensiva en una excelente clínica. Justo cuando ella invita a las demás chicas y a Stanford, quien vio la foto de Honcho, se descubre que Samantha no es Annabella, quien resulta ser británica, y la echan. Stanford termina con Marcus y le pide a Carrie que lo acompañe a un baile de graduación gay, donde incluso son nombrados rey y reina; pero Marcus aparece...