Desde la partida de Michael Kuzak, Victor Sifuentes, Abby Perkins y Jack Sollers de la firma, McKenzie y Brackman están buscando más poder litigante. Grace, quien ha sufrido un aborto espontáneo y ha dejado a Victor, regresa a la firma y de inmediato se le asigna un caso de alto perfil junto a Mullaney para defender a Elsa Chandler, una mujer acusada de asesinar a su esposo abusivo. McKenzie intenta adaptarse al nuevo inquilino audaz que comparte espacio de oficina, la abogada de entretenimiento grosera, de lengua afilada y fumadora empedernida, Susan Bloom, para impulsar los ingresos de la firma en declive. Mientras tanto, la secretaria de Becker, Gwen Taylor, está en el jurado y es testigo de cómo el asociado de Bloom, el astuto Frank Kittredge, va más allá de los límites éticos para defender a su adinerado cliente de un cargo de agresión. Kelsey y Markowitz luchan por encontrar la niñera adecuada para su hijo, Matthew, y contratan a Ned Barron, un estudiante universitario perfecto para el trabajo. Además, Billy Castroverti es contratado como nuevo asociado junior.

El juicio por el asesinato de Elsa Chandler continúa, con Grace y Mullaney intentando obtener un testimonio emocional de Elsa sobre sus años de abuso para que el jurado no la condene. Mientras tanto, Rollins representa a un hombre en una demanda civil contra su hermano para responsabilizar al gobierno de Estados Unidos por los MIA (soldados desaparecidos en acción) en Vietnam. Además, Becker tiene la oportunidad de su vida cuando Susan Bloom le ofrece ser co-presentador de un programa de entrevistas nocturno en la televisión.