El presunto asesino en serie Christopher Pelant, el genio de la informática, claramente espera evitar el juicio desacreditando por completo al equipo de Jeffersonian. Jugando con sus emociones, cada uno de ellos cae en una trampa para cometer errores innegables, a menudo ilegales, que conducen a su destitución como testigo e incluso a la suspensión de sus deberes, como le sucede a Booth. Ante las amenazas implícitas hacia la bebé Christine y las pruebas acumuladas en contra de Bones misma en el asesinato de su mentor detenido, el Dr. Ethan Sawyer, Max argumenta convincentemente que sería mejor que ella desapareciera hasta que se aclare el caso.

Meses después, Brennan sigue huyendo del FBI, después de ser incriminada por asesinato por Christopher Pelant. El equipo restante busca al verdadero asesino.

Después de que Hodgins y Angela fueran drogados y despertaran con un cadáver ensangrentado colgado en la cama y pétalos de flores alrededor de la cuna de su hijo Michael, se ven obligados a creer que Pelant ha vuelto para vengarse de Hodgins. Aunque Hodgins quiere ir tras Pelant directamente, Booth sabe que es mejor trabajar dentro del sistema y no ir en contra del protocolo. Mientras tanto, mientras el equipo de Jeffersonian investiga el cadáver, descubren que la víctima era un agente de las Fuerzas Especiales que trabajaba para el proveedor de mercenarios más grande del mundo, y Angela y Hodgins deciden iniciar una investigación sin el resto del equipo de Jeffersonian por el bien de su familia.

El equipo crea una escena de asesinato falsa para imitar el trabajo de Chris Pelant, esperando que Pelant se ponga en contacto con ellos sobre un asesino imitador.