La serie sigue a la familia Gemstone, evangélicos famosos de todo el mundo por sus programas de televisión y servicios de adoración, que también tienen un pie en el crimen, robando el trabajo voluntario que promueve su iglesia. El jefe de la casa, y dueño de todo el imperio, es Eli (Goodman) y su hijo Jesse (Danny McBride), quién no puede esperar a heredar todo ya que fue él quien modernizó y amplió la audiencia de su padre.

Will es un joven atolondrado que vive en un gueto de Filadelfia. Tras meterse en numerosos líos, su madre le manda a vivir con su tía Vivian en una lujosa mansión de Bel Air, en Los Ángeles.

Comedia gamberra ambientada en la ciudad de Nueva York y que sigue las aventuras (y desventuras) de Mike Flaherty, un trabajador del ayuntamiento, en sus intentos por mantener la buena imagen del alcalde. El alcalde de Nueva York Randall Winston (Barry Bostwick, 'The Rocky Horror Picture Show') no tiene buena imagen de cara a los ciudadanos y, por si fuera poco, sus adversarios políticos no dudan en aprovecharse de sus fallos para empeorarla aún más. A esto debe enfrentarse Mike Flaherty (Michael J. Fox, 'The Good Wife', 'Enredos de familia','Regreso al futuro'), el teniente alcalde de Winston: proteger a su jefe de las habladurías y maniobras de los adversarios que buscan deteriorar su imagen. Afortunadamente, está respaldado por un grupo de profesionales enbezado por Carter Heywood (Michael Boatman, 'The Doctor', 'Gossip Girl'), Nikki Faber (Connie Britton, 'American Horror Story') y James Hobert (Alexander Chaplin, 'Scrubs'). Sin embargo, los alocados empleados del ayuntamiento no van a ponerselo fácil con sus constantes líos y follones, y mantener el orden va a ser un auténtico reto para Flaherty.

Fran, que acaba de dejar su trabajo como consultora de novias en la tienda de su novio, aparece por primera vez en la puerta del productor de Broadway Maxwell Sheffield vendiendo cosméticos y rápidamente se topa con la oportunidad de convertirse en la niñera de sus tres hijos. Pero pronto, Fran, con su crianza fuera de lo común y su honestidad sensata, toca a Maxwell tanto como a los niños.