El C.S.I. aborda un nuevo caso criminal a raíz del descubrimiento de varias partes de un cuerpo humano diseminadas en distintos puntos de la ciudad. La víctima resulta ser el entrenador de lucha de un prestigioso instituto neoyorquino. La investigación da un giro inesperado cuando Mac y su equipo constatan que desde el ordenador de la víctima se envió una provocativa foto de un chico de 12 años que formaba parte del equipo de lucha escolar. Posteriormente, los forenses descubren que dos miembros del grupo deportivo piratearon la señal Wi-Fi del entrenador y enviaron varias fotos comprometidas desde su cuenta de correo electrónico para que le despidieran del instituto. Desconociendo el hecho, el padre de uno de los destinatarios interceptó el correo electrónico de su hijo y vio las reveladoras fotografías. Mientras tanto, Flack vive uno de los peores momentos de su carrera cuando un sospechoso adolescente muere en la sala de interrogatorios.