Lewis está preocupada por Ben Hollander, un arquitecto angustiado y abatido ante su problema de vista degenerativa. Samantha Taggart, una enfermera nueva y llena de vida, sustituye a Abby, que ha decidido regresar a la Facultad de Medicina. Entretanto, los médicos sospechan que una madre está maltratando a su hijo. Corday descubre algo sorprendente sobre el carismático Doctor Dorset. Y un estudiante de medicina inexperto queda abrumado por el caos y las espeluznantes condiciones de vida de la sala de urgencias.

Para sorpresa de todos, Lewis organiza en su casa una cena con su paciente Ben Hollander, un anciano deprimido que está a punto de quedarse ciego. Además, Lewis atiende a un ama de casa estresada, prepara una reunión con Hacienda para una inspección y encuentra incluso tiempo para esconder el brazo ortopédico de Romano. Entretanto, Neela y Pratt atienden a un vulnerable joven de 18 años que ha sufrido una agresión en la cárcel, y Gallant se la juega en un arriesgado traslado al hospital de un joven paciente con cáncer séptico. Kovac se enfrenta con Corday por el tratamiento de un paciente que Corday cree que tiene una apendicetomía. Además, Sam, la nueva enfermera, deja a su precoz hijo Alex en la sala de urgencias durante un día entero, y allí el niño asiste a una clase magistral de medicina.

Dos culturas muy particulares se mezclan cuando Neela trata a dos adolescentes amish que han sufrido un accidente de tráfico y están explorando el mundo exterior para decidir si desean o no regresar de nuevo a su recluida sociedad. Sólo Corday y algunos otros se lamentan de la pérdida de un compañero con mucho talento: de los médicos, es la única en acudir al funeral del Dr. Romano. Mientras tanto, Sam entra en conflicto con Kovac después de que éste preste demasiada atención al problemático hijo de Sam, el adolescente Alex. Lewis está muy preocupada al no poder localizar al padre o tutor de una niña inconsciente de 5 años. Por otra parte, Pratt se fija en la guapa de Valerie, que ha venido a visitar a su hermano Gallant.

Abby tiene un don especial para entender y solucionar los problemas de los pacientes mientras hace la rotación de psiquiatría. Llega a ganarse la confianza de una joven mare que ha guardado para sí un antiguo dolor de la pérdida de un hijo. Resuelve el caso de forma brillante y saca a la luz la verdad que le ocasiona los trastornos psicológicos. Weaver sufre en soledad el duelo por la pérdida de Sandy y la lucha por conseguir a su hijo.