En este emblemático episodio 200, se ofrece una innovadora historia dual contrastando el turno de noche de Pratt con el turno de mañana de Carter. En su última noche en la Sala de Urgencias, Pratt atiende a una mujer cuyo hijo no nacido le es brutalmente arrancado, propiciando la búsqueda del bebé, a un bombero que ha ido al County General con quemaduras y a las víctimas de un envenenamiento por parte de una secta que rinde culto al desconcertante día del eclipse solar. Mientras Pratt pasa sus pacientes a Carter, cuya frustración va en aumento al ocuparse de dos víctimas de la secta, del miembro de una banda herido, de una agonizante monja budista y de un paciente aquejado de un ataque al corazón, Romano experimenta las sensaciones de los pacientes al someterse a una operación. Episodio 200 de la serie