Los vecinos Clive Harris y Stuart Parsons no son precisamente los mejores amigos, por decirlo suavemente. Cuando Oscar Blaketon intenta mediar entre sus familias, la esposa de Parsons, Frances, y su yerno John Nixon son llevados de urgencia al hospital con síntomas de intoxicación alimentaria. Naturalmente, Harris cae bajo sospecha, pero cuando Gina se enferma con los mismos síntomas, el oficial Bradley está seguro de que hay otra razón. Mientras Gina está en el hospital, su tía Mary viene a Aidensfield a visitarla. Bernie vende un coche a Laslo Riles para Claude Greengrass, pero cuando Riles se declara en bancarrota antes de poder pagar, Greengrass lo obliga a pagar de otra manera. Así, el viejo sinvergüenza se convierte de repente en el orgulloso dueño de una serpiente.

El Comandante de Ala Andy Carstairs disfruta volar en su hermoso Hawker Hurricane restaurado de la Segunda Guerra Mundial. Una noche el vigilante del aeródromo es derribado y se roban dos cuñas explosivas. Una banda de ladrones ha estado utilizando ese tipo de explosivos para robar furgonetas de seguridad, pero el Sargento Merton piensa que es un trabajo local cuando otra furgoneta de seguridad es robada usando una de las cuñas robadas. David inscribe una fucsia amarilla en nombre de la amiga de su tía Peggy, la Sra. Crompton, en la Exposición de Flores de Aidensfield. Ella ha tenido un desacuerdo con el presidente de la sociedad de flores, Hector Plumpton, y cree que no tendrá una oportunidad justa. También hay otra razón. Según Plumpton, las fucsias amarillas son imposibles de desarrollar. Así que la planta causa sensación en la exposición. Tanta, de hecho, que es robada.