Los escolares Trevor y Stuart Chivers irrumpen en la casa del héroe de la Primera Guerra Mundial, Gerard Sefton, mientras él está en el hospital, y destrozan todo en busca de dinero. Los chicos también tienen un pequeño negocio secundario recolectando pelotas de golf "perdidas" en el club de golf y vendiéndolas a Claude Greengrass. Pero el más joven, Stuart, está fascinado por las hazañas de guerra de Sefton y visita al anciano en el hospital. Cuando los policías Bellamy y Ventress quieren interrogar a los chicos, su madre, una mujer autoritaria, dice que sus pequeños "ángeles" no tienen nada que ver con eso y los echa de la casa.

Stuart y Trevor Chivers están en eso de nuevo. Stuart tiene detención con un compañero de clase, Bernie. En venganza, Bernie rompe el parabrisas del coche del profesor, pero el profesor, el Sr. Powell, piensa que Stuart lo hizo. Cuando el agente Bradley le pregunta al respecto, él huye. Al día siguiente lo encuentran con fuertes dolores de estómago. La abuela del agente Bellamy se queja de que los camiones pasan rugiendo por el pueblo por la noche. La policía no puede hacer nada al respecto, así que ella promete tomar medidas por sí misma. Oscar Blaketon se ha convertido en el Oficial de Protección Civil de Aidensfield y, como tal, es responsable de alertar al pueblo en caso de guerra y del refugio antiaéreo del pueblo. Greengrass sabe el lugar perfecto para tal refugio, y él y Bernie Scripps están vendiendo alojamientos en él por una tarifa anual simbólica para el mantenimiento, con gran éxito.

Maggie Bolton ha descubierto que ella y su esposo van a tener un bebé, y eso la asusta porque ya han perdido a un bebé antes debido a la muerte en la cuna. Para reflexionar sobre las cosas, ella se va de viaje de fin de semana con Gina. Ha habido una serie de pequeños incendios en Aidensfield. Mayormente en latas de basura y pajares y cosas así, pero una noche una cabaña está ardiendo, y Neil Bolton se apresura a salvar a un bebé atrapado dentro de la casa, cuando el techo se derrumba. Greengrass ha comprado un viejo vagón de tren para usarlo como casa de vacaciones para huéspedes que paguen. Sus primeros clientes ya están en camino, pero él no tiene las licencias adecuadas. Ni las necesita, o eso cree él.