Un posible candidato de tercer partido amenaza con perturbar la ventaja del Presidente en las encuestas. Mientras Qumar amenaza con culpar a Israel por la muerte de Shareef, Leo debe convencer al embajador israelí de no responder. Charlie le enseña a su nuevo pupilo una lección sobre el gobierno básico. Cuando el comité a cargo de los debates presidenciales decide que solo habrá dos, Sam y CJ proponen una estrategia arriesgada.

Varios miembros del equipo comienzan a cuestionar la dirección de la Casa Blanca, incluido un miembro que está considerando ofertas de trabajo. Aquellos que no lo hacen están comenzando a tropezar, incluyendo a Josh y Amy.

Hoynes y Russell están haciendo campaña en Nueva York, confiados en sus perspectivas en las primarias de California. Santos necesita tener un desempeño inesperadamente bueno en California para mantenerse a flote financieramente; otro tercer lugar en las elecciones hará que sus donantes muevan su dinero a otro lugar, terminando así su campaña. El mensaje de Santos sobre la educación y la atención médica queda opacado cuando California aprueba una ley que prohíbe las licencias de conducir para los inmigrantes ilegales. A pesar de que la ley cuenta con un amplio apoyo de la mayoría de los votantes, Matt no puede respaldarla públicamente, ya que cuenta con el apoyo de los votantes latinos, quienes esperan que él la denuncie.

Con Santos ganando impulso, la campaña de Vinick ideó una estrategia para sorprenderlos al centrarse en temas de inmigración: al adoptar una postura pro-inmigración, obligan a Santos a dedicar tiempo a cortejar el voto latino. Un poderoso grupo cristiano está nervioso por apoyar a un candidato presidencial republicano que esté a favor del aborto y exige una garantía de que Vinick solo nombrará jueces pro-vida. Vinick espera que las sólidas credenciales religiosas de su compañero de fórmula, Sullivan, sean suficientes para satisfacer la base cristiana, pero inevitablemente se encuentra en una situación difícil.