El SD6 trata de minimizar los riesgos tras la filtración del agente doble. Retienen a Sydney para torturarla e interrogarla. Sloan hace creer a Sydney que su compañero Russeck también es sospechoso de ser un agente doble, Sloan espera que Sydney ante el sufrimiento de un compañero se desplome y confiese todos los datos que le ha dado a la CIA. Jack Bristow tiene que actuar nada más enterarse de la situación de su hija. Sin posibilidad de que la CIA le ayude logra por sus propios medios salvar a su hija. Sydney con la confianza ganada de nuevo frente a Sloan. La nueva misión de Sydney es viajar a Kenia para descubrir la nueva identidad de Hassan, un traficante de armas. Jack debe viajar a Cuba para encontrarse con Hassan y matarlo, pero esa es la misión del SD6, la CIA lo quiere vivo para conseguir su lista de clientes.

La nueva misión de Sydney y Dixon les conduce hasta la ciudad de Las Vegas, donde deberán infiltrar, en secreto, un mecanismo con el que espiar a uno de los agentes del K-Directorate. Pero antes de marcharse, Sydney descubre que Charlie, su prometido, y su compañera de piso, Francie, han mantenido una relación amorosa al mismo tiempo que ella salía con Charlie. Descubrir esto repercutirá en la nueva misión de la agente. Por su parte Sloane, haciendo uso de un micrófono oculto, ha descubierto el lugar exacto en el que se encuentra el K-Dictorate y envía a Sydney y a Dixon a Rusia para que espíen a dichos grupos. Sydney acepta la proposición, sabiendo de antemano que hará todo lo posible para transmitir la información a Vaughn.

Tras llegar al SD-6 con el vídeo en el que aparece registrado el encuentro entre Mr.Sark y K-Directorate, la siguiente misión de Sydney y Dixon les conduce a Túnez. Allí deberán recuperar el manuscrito Rambaldi para que no llegue a manos de Sark. Sydney accede al yate en el que se encuentra escondido el manuscrito y, tras dominar a los agentes del K-Directorate, consigue hacerse con el manuscrito Rambaldi. Al regresar, Vaughn, conocedor de la buena relación que existe entre Sydney y Emily, la mujer de Sloane, plantea a la agente que utilice dicha relación para entrar en casa de Sloane y colocar un micrófono. Sydney, a pesar de sentirse incómoda con la idea de aprovecharse de ella, decide aceptar la proposición.