La firma de abogados Donnel, Young, Dole and Frutt, especializada en crímenes y casos criminales de alto nivel, es una de las mejores de Boston. El motivo, la intensa preparación de sus jóvenes abogados, así como su ambición por ganar cualquiera de sus casos, aunque esto a veces riña con la moralidad y la ética. ¿Ganar casos es lo mismo que hacer justicia? Bobby Donell (Dylan McDermott, 'American Horror Story'), uno de los socios del bufete, lo fundó junto a Rebecca Washington (Lisa Gay Hamilton, 'Madres e Hijas', 'Take Shelter') tras unos inicios duros en el mundo de la abogacía. De orígenes humildes, entró a trabajar por primera vez al bufete donde su padre limpiaba, lo que le provocó varias miradas por encima del hombro. Junto a Rebecca, convirtieron el bufete en un lugar donde atienden a una clase media incapaz de pagarse abogados más caros. Entre su equipo destacan Lindsey Dole (Kelly Williams, 'Army Wives'), madre de familia y una experta abogada en constitucional y la justicia civil; Jimmy Berluti (Michael Badalucco, 'La víctima perfecta'), que entró al bufete tras falsificar unos documentos con los que le consiguió un préstamo a Bobby; y Eugene Young (Steve Harris, 'Awake'), un talentoso abogado que se deja guiar por sus instintos.

Se trata del spin-off de "The Practice" (El abogado), la exitosa serie de la ABC, aunque Boston Legal nos muestra el mundo de la justicia con un tono completamente diferente. Alan Shore (James Spader) ha dejado de trabajar en la firma Young, Frutt y Berluti y ahora es miembro del bufete de Crane, Poole y Schmidt, el lugar en donde transcurre la acción de esta serie. Alan es la clase de hombre al que adoras o al que odias. Las malévolas estrategias que usa en los juicios siempre captan la atención de todos y le conceden la reputación que se merece. Mientras trabaja en Crane, Poole y Schmidt, Alan forma una relación muy especial con Denny Crane (William Shatner, Star Trek) quien llegado a la tercera edad tiende a olvidarse de muchas cosas lo que termina provocando una gran pérdida de tiempo. Sin embargo, este hecho lo ve como un detalle sin importancia y usa su poderío y supremacía para sobreponerse y así poder probar a los demás que se equivocan cuando le dices que está echado a perder.