Hay personas que parecen haber sido maldecidas con la ley de Murphy: si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal. Larry David se considera una de ellas. El creador y productor de Seinfield, una de los programas más laureados de la historia de la televisión, se interpreta a sí mismo en esta rompedora serie donde, en un ambiguo punto entre la realidad y la ficción, seguimos su día a día que se desarrolla entre celebridades y gente de la calle que nunca sabemos si están o no interpretando un guión. Somos así testigos de su peculiar y ácida visión de todo lo que le rodea y de su don para convertir situaciones cotidianas como ir al cine o atender una llamada telefónica en verdaderos despropósitos. Larry David, ganadora de un Globo de Oro a la mejor comedia y nominada a veinte premios Emmy, parte de un planteamiento completamente subversivo que la convierte en la serie más divertida y corrosiva de los últimos años. Diferente a cualquier otra cosa que se pueda ver hoy día en televisión.

Se centra en las vidas, conflictos, relaciones personales y profesionales de un grupo de abogados que trabajan para la prestigiosa firma Mckenzie, Brackman, Chaney & Kuzac, de los Ángeles. El bufete está liderado por el paternalista Leland Mckenzie, único miembro superviviente de los antiguos fundadores. Los otros socios son Michael Kuzac; Arnie Becket, exitoso y atractivo especialista en divorcios; Ann Kelsey; Stuart Markowitz, tímido abogado experto en temas fiscales y Víctor Sifuentes, recién incorporado al grupo, un joven hispano cuyos elevados ideales chocan contra el sentido práctico y materialista de Douglas Brackman jr., el frío pero eficiente director general de la firma. Durante todos esos años se convertió en una gran serie de éxito.