El sargento del ejército Nichols es un verdadero bastardo. Especialmente hacia el soldado negro Ken Marston. Durante un ejercicio de supervivencia en los páramos, Nichols comienza a dispararle a Marston, quien lo ataca en defensa propia. La pelea termina con Nichols cayendo de una roca y Marston escapa creyendo que ha matado a su superior. Va a Aidensfield para ver a un viejo amigo, Tom Sandford, y entabla amistad con el hijo de Tom, Daniel. El agente Rowan se pone tras su pista cuando él irrumpe en una granja. Mientras tanto, los Sandford están en problemas porque Tom ha muerto y los servicios sociales creen que su viuda, Helen, está inestable y no puede cuidar de Daniel.

Malcolm Fairchild acaba de revisar su auto y hacerle la prueba de MOT en el taller de Bernie cuando pierde el control del vehículo y se estrella en un jardín. Afortunadamente, nadie resulta gravemente herido, pero Bernie se mete en serios problemas porque los neumáticos están lisos. A la mañana siguiente, no se encuentra en ninguna parte y David teme lo peor.. El esposo separado de Helen Trent se entera de su aventura con Rob Walker y presenta una queja al Sargento Miller, quien toma el asunto muy en serio.

Sir Richard Lonsdale y su conductor hacen que un hombre en scooter salga de la carretera sin siquiera detenerse. El hombre devuelve el "favor" vandalizando su coche fuera de Aidensfield. Pero el hombre no se detiene ahí. Incluso intenta chantajear a Sir Richard, pero a la mañana siguiente lo encuentran muerto en su casa. ¡Asesinado! David compra una radio usada y por casualidad también sintoniza los canales de la policía. Tía Peggy piensa que es una buena forma de ganar un poco de dinero extra si escuchan la radio de la policía y venden las historias al periódico local.