Sam se ofrece a ir de incógnito para descubrir cómo la gasolina racionada está siendo robada de un depósito de combustible, y Andrew se convierte en sospechoso en un caso de asesinato.

La RAF requisa Digby Manor como una unidad médica de quemados dirigida por el cirujano Patrick Jamieson y el Dr. Brian Wrenn. El capitán del grupo Lawrence Smythe desaprueba los métodos poco convencionales pero efectivos de Jamieson. El propietario, Sir Michael Waterford, y su ama de llaves, la Sra. Roecastle, están preocupados por el desalojo, pero cumplen. Luego ocurren numerosos actos de sabotaje en la mansión, y las investigaciones revelan que es obra del ama de llaves, molesta por la requisa. Mientras tanto, Peter Preston, el nuevo director de ARP, informa a Wrenn sobre la aventura de su esposa. Andrew Foyle se siente aliviado cuando envían a su amigo Greville Woods a una misión de reconocimiento nocturna en su lugar.