Justified es la historia del ayudante del Marshal Raylan Givens de Kentucky, un personaje creado por el novelista Elmore Leonard. Ataviado con un sombrero Stetson y botas de vaquero, sólo saca su pistola para disparar y, si lo hace, es con la intención de tirar a matar, porque para eso es para lo que sirven las armas. Se crió en Harlan, un pueblecito de Kentucky, de donde escapó con 19 años para convertirse en agente de la ley. Después de un tiroteo en Miami, donde estaba trabajando, lo envían como castigo a la oficina de Lexington, de vuelta a casa. Si antes se encargaba de perseguir fugitivos, ahora su labor se extiende también a la protección de testigos, el traslado de prisioneros, la protección judicial y lo que se tercie. Pronto se reencontrará con viejos fantasmas del pasado: un amigo convertido en ladrón de bancos y líder de una banda de cabezas rapadas, con quien no tardará en enfretarse cara a cara; una joven viuda que, según dice, está loca por él desde los 12 años; su ex mujer, ahora casada de nuevo y que no recibe con demasiada felicidad su visita inesperada. Pero hay una persona con la que no tiene ninguna prisa por volver a hablar: su padre.

Una pudiente neoyorkina acaba en una cárcel para mujeres cuando las consecuencias de un antiguo delito le pasan factura.

Después de la misteriosa dimisión de su antecesor, Elizabeth McCord (Téa Leoni), antigua asesora de la CIA y ahora profesora universitaria y madre de familia, acepta el cargo de Secretaria de Estado propuesto por el presidente de los Estados Unidos. Tendrá que lidiar con crisis internacionales, con conspiraciones dentro de su propio Gobierno y con las consecuencias de su nuevo trabajo en su vida familiar.

Un delincuente siempre deja huellas. Es lo que muestra la serie C.S.I. (Crime Scene Investigation). Producida por Jerry Bruckheimer, el director de las películas Armageddon y The Rock, y coproducida por James C. Hart, dos veces nominado al premio Emmy por las series Chicago Hope y Wonder Years. C.S.I. retrata el difícil día a día de un grupo de investigadores judiciales de la ciudad de Las Vegas, en la que resuelve casos en que la policía falló y analiza los lugares donde se hicieron crímenes. Una hebra de cabello, un pedazo de uña, huellas dactilares. Todas estas pistas improbables son herramientas para llegar al delincuente. Un aparente suicidio puede revelarse un asesinato cruel, sólo a través del análisis del tamaño del agujero de la bala en el cuerpo. Entrenados en los tradicionales métodos de investigación, los especialistas de la serie buscan todas las evidencias en el lugar del crimen. La experiencia y el instinto también son armas poderosas en el combate a la violencia. Sus conclusiones siempre son sorprendentes. La razón del crimen y la identidad del culpable no siempre son fáciles de descubrir.