Russell Edgington, el Rey Vampiro de Mississippi, elabora un plan para consolidar su poder; Eric recuerda su pasado; Sam pone a prueba la fortaleza de sus lazos familiares; Tara encuentra un aliado en el sombrío vampiro Franklin Mott.

Las tensiones alcanzan su punto de ebullición.

Eric va ante la Autoridad tras la desaparición del Magistrado. Tara se enfrenta a sus peores demonios. Russell sorprende al mundo con un anuncio público.

Lafayette continúa luchando contra sus demonios internos. Eric y Bill interrumpen a Sookie y Alcide y los reclutan en su búsqueda de Russell Edgington. Doug, empleado de Alcide, es la única persona que puede guiarlos hasta él y cuando Sookie lee su mente, saben quién pudo haberlo desenterrado. También descubren que solo tienen hasta el amanecer para encontrarlo. Terry y Richard son tomados prisioneros por su antiguo compañero del ejército, quien les dice que están malditos ya que vio a un demonio de fuego después de la masacre en el pueblo de Iraq. Terry se da cuenta de que también lo vio. Jason tiene un extraño sueño que involucra a sus padres. Andy Bellefleur despierta desnudo en el sofá de Arlene. Tara está atendiendo el bar en Fangtasia y Jessica trata de animarla. Ella comienza a ver que podría haber aspectos positivos en ser un vampiro. Los amigos de Sam Merlotte son encontrados muertos y él trata de advertirle a Luna que podría estar en peligro.

Habiendo encontrado a Russell Edgington, el ex rey de Mississippi es tomado prisionero y puesto en una celda en la Autoridad. Sin saber exactamente qué les espera al regresar, Bill y Eric están felices de ver que Roman los recibe con los brazos abiertos. Roman decide ejecutar a Russell de inmediato. Por supuesto, Russell tiene sus propios planes. Jason le cuenta a Sookie lo que escuchó sobre la muerte de sus padres y se dirigen al club de hadas. Allí les dicen que sus padres recogieron a un vampiro que los mató. Terry le dice a Arlene que la vida de todos está en peligro; ella piensa que simplemente está dejando sus medicamentos. Sam y Luna sobreviven al ataque contra ellos y Sam le dice a Andy que quiere ayudar a encontrar a los tiradores. Jessica está al borde de la desesperación cuando Hoyt interpreta su intervención como una muestra de cariño.