Skinner crea un grupo especial liderado por Linden que descubre 17 cuerpos en un estanque gracias a la pista que le aporta un dibujo. Bullet señala a Holder y Reddick un nuevo sospechoso. Linden habla con Adrian (Rowan Longworth), el creador del dibujo. Alguien desliza en la cárcel a Seward una hoja de afeitar escondida.

Holder y Linden son llamados para otro caso que tiene similitudes con el recientemente resuelto. Holder sospecha que un policía ha cometido todos los crímenes. Encuentran indicios que hacen a Linden pensar que Adrian Seward era el objetivo en 2009 y no su madre. Adrian es seguido a casa por un coche cuyo conductor reconoce.

Desesperados por encontrar a Adrian, Holder y Linden hacen saber sus sospechas sobre Reddick a Skinner. Asuntos Internos pone a Holder fuera del caso por su anterior pelea con Reddick. Linden va a la casa de Skinner para pedirle que ayude Holder, sólo para ver que un anillo de Kallie en el dedo de su hija. Deduce que Skinner es el asesino y debe seguirlo para encontrar Adrian. Reddick salva a Holder de la investigación de Asuntos Internos, ya que era la estratagema de Skinner para detenerlo, y Holder tiene que correr para salvar a Linden cuando Adrian se encuentra a salvo. Skinner confiesa a Linden y ella le dispara matándolo cuando Holder llega a la escena.

Sin tiempo para asimilar la muerte de Skinner y preparar una coartada firme, Linden y Holder se ven asignados a una nueva investigación: un joven cadete de una academia militar es el principal sospechoso de haber matado a toda su familia y haber intentado suicidarse después.

Linden y Holder centran su investigación en un nuevo sospechoso, y una pista de un informante lleva a Reddick a un descubrimiento impactante.