Carrie se está preparando para la noche más grande de su vida: la fiesta de presentación de su libro. Naturalmente, Samantha hace de planificadora del evento y de publicitaria para su amiga. Mientras tanto, Miranda, que está encantada de haber vuelto a la oficina, recibe una llamada telefónica de su ex ligue, Walker Lewis. Ante la posibilidad de repetir la experiencia, Miranda le invita a que sea su acompañante en la fiesta de Carrie.

Las chicas han sido invitadas a la improbable boda del supuestamente gay amigo de Carrie. La nueva pareja “solo para sexo” de Charlotte, Harry, la invita a la gran boda de los Hampton como su pareja. Charlotte se preocupa de su mala educación, pero acepta con tal de que él se haga la cera en la espalda.

Carrie finalmente consigue establecer una cita con su colega autor Jack Berger, pero la situación pone a Carrie tan nerviosa como eufórica. Ella teme estropearlo todo teniendo una cita pésima, y así condenar la futura relación.

La relación de Carrie y Jack se está desarrollando perfectamente, las primeras citas son casi perfectas y están llenas de apasionadas manifestaciones públicas de su cariño. Desafortunadamente, después de una noche de “sexo tranquilo”, Carrie descubre que la pasión que los comparten no se traslada a la cama.

Aunque en verdad va a cumplir 36 años, Charlotte planea hacer creer a sus amigos que cumple un año menos. Para celebrarlo, Carrie, Miranda y ella misma se marchan con Samantha en su avión privado a Atlantic City.

Carrie lleva a Berger a una cena con las amigas y la conversación transcurre sin complicaciones, pero las cosas llegan a una estruendosa parada cuendo Berger da a Miranda francos consejos sobre su vida amorosa.

Carrie arrastra a Berger de compras a Prada y presume con un cheque de su editor por el éxito en Europa, pero luego se entera de que su editor despidió tanto a su supervisor Courtney como a Berger. Cuando él la lleva en un paseo en bicicleta bastante salvaje, ella se asusta. Miranda todavía lucha con sus sentimientos por Steve; Charlotte se siente como un caso perdido después de que Harry la deja. Cuando Samantha se entera de que Jerry ha dejado su trabajo de camarero para hacer una obra de teatro que paga muy mal fuera de Manhattan, solo puede convencerla de ir prometiéndole sexo caliente después. Decide ayudarlo haciendo su relaciones públicas, basándose en el hecho de que él aparece desnudo en ella, y tiene un estreno exitoso.

A Carrie le mandan de la revista a que investigue el último pasatiempo que se ha puesto de moda en la ciudad de Nueva York para las mujeres solteras: un trapecio suspendido en el aire. Sin embargo, Carrie se ve incapaz de probar por ella misma tal exótico pasatiempo, por lo que permite que su instructor la proteja.

La relación de Carrie y Jack se está desarrollando perfectamente, las primeras citas son casi perfectas y están llenas de apasionadas manifestaciones públicas de su cariño. Desafortunadamente, después de una noche de “sexo tranquilo”, Carrie descubre que la pasión que los comparten no se traslada a la cama.

Carrie lleva a Berger a una cena con las amigas y la conversación transcurre sin complicaciones, pero las cosas llegan a una estruendosa parada cuendo Berger da a Miranda francos consejos sobre su vida amorosa.

Carrie se está preparando para la noche más grande de su vida: la fiesta de presentación de su libro. Naturalmente, Samantha hace de planificadora del evento y de publicitaria para su amiga. Mientras tanto, Miranda, que está encantada de haber vuelto a la oficina, recibe una llamada telefónica de su ex ligue, Walker Lewis. Ante la posibilidad de repetir la experiencia, Miranda le invita a que sea su acompañante en la fiesta de Carrie.

Las chicas han sido invitadas a la improbable boda del supuestamente gay amigo de Carrie. La nueva pareja “solo para sexo” de Charlotte, Harry, la invita a la gran boda de los Hampton como su pareja. Charlotte se preocupa de su mala educación, pero acepta con tal de que él se haga la cera en la espalda.

Carrie finalmente consigue establecer una cita con su colega autor Jack Berger, pero la situación pone a Carrie tan nerviosa como eufórica. Ella teme estropearlo todo teniendo una cita pésima, y así condenar la futura relación.

Aunque en verdad va a cumplir 36 años, Charlotte planea hacer creer a sus amigos que cumple un año menos. Para celebrarlo, Carrie, Miranda y ella misma se marchan con Samantha en su avión privado a Atlantic City.

Carrie arrastra a Berger de compras a Prada y presume con un cheque de su editor por el éxito en Europa, pero luego se entera de que su editor despidió tanto a su supervisor Courtney como a Berger. Cuando él la lleva en un paseo en bicicleta bastante salvaje, ella se asusta. Miranda todavía lucha con sus sentimientos por Steve; Charlotte se siente como un caso perdido después de que Harry la deja. Cuando Samantha se entera de que Jerry ha dejado su trabajo de camarero para hacer una obra de teatro que paga muy mal fuera de Manhattan, solo puede convencerla de ir prometiéndole sexo caliente después. Decide ayudarlo haciendo su relaciones públicas, basándose en el hecho de que él aparece desnudo en ella, y tiene un estreno exitoso.

A Carrie le mandan de la revista a que investigue el último pasatiempo que se ha puesto de moda en la ciudad de Nueva York para las mujeres solteras: un trapecio suspendido en el aire. Sin embargo, Carrie se ve incapaz de probar por ella misma tal exótico pasatiempo, por lo que permite que su instructor la proteja.