Stephanie Parr le dice al equipo que su novio motociclista, Reese Chapman, como rito de iniciación, debe matar a un líder de una pandilla rival que supuestamente asesinó a su padre Eddie, fundador de la violenta pandilla de motociclistas Braves, cuando ella está segura de que el asesino fue Marcus York, el actual presidente del club. El superintendente Barlow le pide al equipo que se aleje ya que está investigando a los Braves por tráfico de drogas, pero cuando Stephanie es atacada, Sandra decide continuar, a pesar de la falta de testigos por temor a York y la actitud poco cooperativa de Barlow. David, el padre de Stephanie, tiene la clave, pero la identidad del asesino no le sirve de nada a Barlow.