El compromiso del Rey Arturo con la Princesa Mithian le presenta algo que nunca antes había enfrentado: una pareja perfecta.

A medida que las fuerzas de Morgana capturan Camelot, Arthur finalmente logra ver la traición de su tío. Aunque es renuente a huir, Merlin lo hechiza para que escape con él, bloqueando temporalmente su memoria y vistiéndolo como un campesino. Elyan, Gaius y Gwaine son tomados prisioneros, aunque Morgana está impresionada por el desempeño de Gwaine en los juicios por combate. Separados de Leon y Percival, Merlin y Arthur se encuentran con los contrabandistas Tristan e Isolda, durante los cuales el hechizo de Merlin se desvanece y el joven rey puede revelar su identidad ante ellos. El cuarteto escapa a Ealdor, el pueblo de Merlin, donde un herido Arthur es cuidado por Guinevere mientras Agravaine y su ejército se acercan.

Merlín convoca al dragón para derrotar a los perseguidores y utiliza su magia para matar a Agravaine. Escondidos en el bosque con Guinevere, Tristan e Isolde, Arthur confiesa sus dudas a sí mismo a Merlín y siente que ha fallado a sus súbditos, pero Merlín demuestra que es digno de ser rey al hacer que extraiga la espada legendaria de su piedra. Frente a Leon, Percival y muchos otros fugitivos de la corte, Arthur logra la hazaña, inspirándolos a reclamar Camelot al entrar por los mismos túneles de asedio y liberar a los prisioneros. Finalmente, Camelot será recuperada después de magia y sacrificio, y Guinevere será proclamada su reina.