Un convoy policial que escolta a un civil bajo un programa de protección de testigos es atacado, el testigo es hospitalizado y todos los policías son asesinados, excepto la inspectora Lindsay Denton, quien organizó la operación con muy poca antelación y solo informó al comisario Dryden de la ruta. Ted Hastings pide a Steve y Kate que la entrevisten, pero Kate se retira, alegando que uno de los oficiales muertos, Jayne Akers, era amiga suya, aunque ha estado teniendo una aventura con el esposo de Jayne, Rich. Su lugar lo ocupa Georgia Trotman, quien se preocupa de que los hombres sean brutales en su interrogatorio, tratando a Lindsay como sospechosa e investigando sus finanzas. Lindsay misma es trasladada a una unidad de personas desaparecidas, pero se muestra que tiene un temperamento violento, atacando a un vecino ruidoso. Kate la sigue hasta el hogar de retiro donde vive su madre y descubre que ha llamado al hospital desde un teléfono público. Georgia y Steve acuden al hospital donde alguien está tratando de matar al testigo y termina matando a Georgia.

Prasad afirma que Dryden quería silenciar a Tommy porque lo estaba chantajeando sobre Carly, de ahí el emboscada. Sin embargo, la orden era perdonar a Lindsay. Hastings acusa a Dryden por el fraude de conducción, pero no tiene suficientes pruebas para los cargos más graves, ya que Dryden aparentemente demuestra que lo último que vio de Carly fue cuando la subió a un tren. Kate se sorprende de que Steve parezca creer en la inocencia de Lindsay hasta que admite que está tratando de ganarse su confianza a propósito para atraparla. Cuando se demuestra que aceptó una propuesta de un colega para atrapar a un abusador de niños, parece menos inocente de lo que afirma, pero ¿es realmente culpable de conspiración para asesinar?