Después de estar desaparecido ocho años y dado por muerto, el sargento de los Marines Nicholas Brody es rescatado en Irak y vuelve a casa con su familia. Pero la agente de la CIA Carrie Anderson sospecha que podría haber sido abducido por sus captores y cree que podría ser parte de un plan para atacar America.

Brody se prepara para situarse bajo los focos; Carrie se acerca a desvelar una trama relacionada con al-Qaeda

La relación entre Carrie y Brody se complica cuando pasan un fin de semana en el campo, mientras que Mike y Jessica afrontan las revelaciones sobres su relación, y Saul atrapa a Aileen en su huida a Méjico.

Como consecuencia de la explosión en la que se vio implicada, Carrie está hospitalizada. El tratamiento empeora su trastorno bipolar ante la preocupación de Saul. Carrie empieza a desarrollar teorías en apariencia inconsistentes acerca de los planes de los terroristas, pero Saul cree que pueden tener parte de razón. Sin embargo, tiene que mantenerla alejada de la CIA para evitar que pueda perjudicarle su futuro en la Agencia de Inteligencia. Mientras, Brody realiza un viaje a Gettysburg con su familia, donde recoge un objeto fundamental para el futuro atentado que está preparando la célula islamista. El episodio cuenta con la colaboración del actor Jamey Sheridan (Ley y Orden: acción criminal) en el papel del vicepresidente de Estados Unidos y de James Rebhorn (The Game o Independence Day), interpretando al padre de Carrie.

Renovada tras sus aventuras en Beirut, la incansable Carrie se prepara para lo que espera será un regreso triunfante a la CIA.

Tras recibir un informe de Saul, Estes autoriza una operación encubierta en busca de información recuperada en Beirut y designa responsable a un agente de su confianza.