La familia Partney se prepara para abandonar el hotel en el que se encuentran de vacaciones cuando Brian –uno de los dos hijos del matrimonio- cae abatido por un disparo mientras ocupa el ascensor transparente del edificio. Cuando Horatio aparece en la escena del crimen encuentra junto al cadáver un pañuelo negro que la banda Cobra Familia utiliza a modo de “firma” en sus acciones. Tras analizar la cinta de seguridad del ascensor, los forenses ven en un reflejo el brazo del asesino, que viste una chaqueta igual a las de los empelados del hotel. Más tarde, la prenda aparece ensangrentada en la lavandería y es atribuida a un empleado llamado Luis Mendoza, que asegura no tener nada que ver con el asunto. Poco después hallan una llave en el bolsillo de la víctima que resulta ser de otra habitación: la de una atractiva joven a la que estuvo viendo durante su estancia, para enfado de Mitch, su novio. Entretanto, el hermano de Brian le cuenta a Horatio que pudo escuchar cómo una moto abandonaba el aparcamiento a toda velocidad. Los descubrimientos posteriores abocan a los C.S.I. a una trama relacionada con un ritual de iniciación en la banda Cobra Familia relacionada con los celos de Mitch, el novio despechado. Sin embargo, cuando la investigación está a punto de dar sus frutos, algunos de los miembros de la familia Partney deciden tomarse la justicia por su mano.