Gil Grissom es el supervisor del mejor equipo de investigadores de escenas de crimen en Las Vegas. Holly Gribbs, que acaba de salir de la academia, se une al equipo. Jim Brass es el jefe de la unidad e intenta averiguar si Holly de verdad vale para el equipo. Catherine Willows, madre de una niña de corta edad, es la número dos del equipo. Warrick Brown y Nick Stokes compiten para resolver su caso número 100 y ganar un ascenso. Grisson debe investigar un asesinato disfrazado como suicidio contando con muy pocas evidencias. Warrick y Catherine se ocupan del caso de un borracho que entra en una casa y es acribillado a tiros. Nick investiga a un hombre que recogió a una mujer que lo drogó y robó.

Un nuevo asesinato similar ha tenido lugar y el asesino demuestra tener grandes conocimientos de criminología. Y se propone jugar con Grissom y su equipo dejando a propósito una pista.

Un maletín bomba estalla en el hall de un edificio de oficinas dejando un muerto y varios heridos. Cath, Sara y Warrick, con Grissom al mando, se encargan de investigar este suceso. Mientras tanto, Nick, en su noche libre, se reencuentra con Kristy poco antes de que esta aparezca muerta.

Un cuerpo es hallado en una tienda de alfarería, aparentemente se trata de un robo que se vio interrumpido. Las huellas dactilares encontradas coinciden con las de un caso de una adolescente secuestrada hace veinte años. Grissom, Cath y Nick llevan este caso, mientras Sara y Warrick investigan la calcinación de una mujer que se convirtió en cenizas dejando intacta la silla en la que estaba. Sara cree que se encuentran frente a un caso de combustión espontánea.