Workaholics gira entorno a las vidas de Blake, Adam y Anders, tres amigos de la universidad que se licencian y se adentran, por primera vez, en el esfera laboral, con todo lo que ello conlleva. O puede que no. Sin duda alguna, el humor friki es un protagonista más de esta comedia protagonizada por Blake Anderson (House, El séquito), Adam DeVine (Samanta, ¿qué?), y Anders Holm (Traffic Light). Ellos, además de ser los responsables de la mayor parte de los guiones, dan vida a tres especímenes que, extrapolados a una fiesta, podrían presentarse como los que hacen los cócteles explosivos, los tipos responsables que dejan de serlo a determinadas horas y los que son amigos de todo el mundo y no recuerdan ni un solo nombre.

Esta producción comienza cuando Jimmy Shive-Overly, un egocéntrico y desconsiderado escritor inglés en horas bajas, sale de la boda de su ex-novia después de haber tomado fotos de su pene con todas las cámaras desechables que había por las mesas del convite. Al mismo tiempo, Gretchen Cutler, una cínica y autodestructiva relaciones públicas, también se ha escapado de la boda tras haber robado una cara licuadora del montón de regalos de boda que había en un rincón del banquete. Se encuentran y, a pesar de tener en común muy pocas cosas, rápidamente hacen buenas migas. Al final, acaban formando una de las extrañas parejas más interesantes de la televisión.

Stede Bonnet deja su vida acomodada para ser un intrépido bucanero y se convierte en el capitán del barco pirata “Venganza”. Mientras intenta ganarse el respeto de su tripulación, su suerte cambia tras encontrarse con el capitán Barbanegra.

El abogado de Los Ángeles Mickey Haller (Manuel Garcia-Rulfo) retoma su carrera, tras un largo tiempo sin ejercer, aceptando un intrincado caso de asesinato. Mickey es un idealista iconoclasta que dirige su práctica jurídica desde la parte trasera de su Lincoln Town Car. Serie basada en las novelas más vendidas de Michael Connelly.

Tan romántica como Bridget Jones, pero mucho más optimista. Así es Mindy Lahiri, una ginecóloga con algunas curvas de más, pero MUY segura de sí misma. Divertida, impaciente y políticamente incorrecta. Con voz de niña y obsesionada con encontrar el amor de su vida, Mindy conoce al dedillo cada escena de las películas de Meg Ryan y las canciones de su cantante favorita, Katy Perry.

Una comedia sobre la clase social, el capitalismo y la búsqueda de un hombre para lograr el sueño americano. Y también sobre la caza de serpientes realmente grandes.

Han pasado casi 30 años desde que el Dr. Sam Beckett pisó el acelerador Quantum Leap y desapareció. Ahora, se ha reunido un nuevo equipo, dirigido por el físico Ben Song, para reiniciar el proyecto con la esperanza de comprender los misterios detrás de la máquina y el hombre que la creó. Sin embargo, todo cambia cuando Ben da un salto no autorizado al pasado, dejando atrás al equipo para resolver el misterio de por qué lo hizo. Al lado de Ben a lo largo de sus saltos está Addison, quien aparece en forma de holograma que solo Ben puede ver y escuchar. Es una veterana del ejército condecorada que aporta precisión sensata a su trabajo. Mientras Ben salta de una vida a otra, corrigiendo lo que una vez salió mal, queda claro que él y el equipo están en un viaje emocionante. Pero también saben que si van a resolver el misterio del salto de Ben y traerlo a casa.