Harry Cunningham investiga cuando un accidente de coche revela dos cuerpos dentro de un mismo ataúd. El ataúd contenía el cuerpo de Ethel Mortimer, de 80 años, quien se suponía que debía estar allí, y también el de James Featherton, un representante de ventas de alta tecnología que también tenía un fuerte hábito de consumo de cocaína. Leo Dalton y Nikki Alexander tienen que lidiar con la muerte de un niño pequeño que falleció después de una operación. La cirujana pediátrica del caso, Alice Huston, es conocida en su campo pero puede ser propensa a realizar cirugías agresivas. Los patólogos encuentran una conexión entre los dos casos cuando se descubre que la novia de Featherton es una enfermera en el equipo quirúrgico de Huston.