Las tensiones raciales amenazan con estallar en disturbios en toda la ciudad cuando Rollins representa a una inocente familia negra que demanda al Departamento de Policía de Los Ángeles por violencia excesiva después de que la policía destruyera su hogar al confundirlo con una casa de crack. Mientras tanto, la jueza Grace Van Owen reflexiona sobre la sentencia adecuada para un niño de ocho años que entregaba crack y que asesinó a un policía cuando intentó quitarle su paquete de cocaína. Brackman, curado de su impotencia, comienza a salir con Marilyn. Además, Rosalind interfiere en el caso de Victor relacionado con una pareja que demanda a una compañía de licores por negligencia debido a un conflicto de intereses.