El ex agente del gobierno y fugitivo Raymond Reddington se entrega al FBI y se compromete a capturar criminales de una lista creada por él mismo. La única condición es que sólo trabajará con la recientemente graduada en Quantico, Elizabeth Keen.

Desde que el FBI creó la lista de los criminales más buscados en 1950, por sus hojas han pasado más de 521 personas lo suficiente ingeniosas y preparadas para eludir la justicia. Capitaneados por el experimentado agente Jess LaCroix, un pequeño equipo altamente cualificado se desplazará por todo el país para localizarlos. Y es que los criminales más audaces necesitan de un grupo de élite para ser capturados. Los agentes se enfrentarán a todo tipo de casos, que involucran a grandes conocidos del crimen organizado, donde las mentiras y el círculo más cercano de cada fugitivo son clave para dar con ellos. LaCroix y su equipo elaborarán perfiles, buscarán en el entorno del fugitivo y mirarán dónde nadie más mira en una exhaustiva y tensa investigación en la que cada minuto cuenta.

Han pasado casi 30 años desde que el Dr. Sam Beckett pisó el acelerador Quantum Leap y desapareció. Ahora, se ha reunido un nuevo equipo, dirigido por el físico Ben Song, para reiniciar el proyecto con la esperanza de comprender los misterios detrás de la máquina y el hombre que la creó. Sin embargo, todo cambia cuando Ben da un salto no autorizado al pasado, dejando atrás al equipo para resolver el misterio de por qué lo hizo. Al lado de Ben a lo largo de sus saltos está Addison, quien aparece en forma de holograma que solo Ben puede ver y escuchar. Es una veterana del ejército condecorada que aporta precisión sensata a su trabajo. Mientras Ben salta de una vida a otra, corrigiendo lo que una vez salió mal, queda claro que él y el equipo están en un viaje emocionante. Pero también saben que si van a resolver el misterio del salto de Ben y traerlo a casa.