George Warleggan goza de una posición de poder cada vez más fuerte en Cornualles y las consecuencias se hacen más que evidentes. Ross sabe que debe salir de su zona de confort si quiere defender a su gente de la influencia de Warleggan y conseguir un verdadero cambio. Así, ante lo ocurrido, decide embarcarse en un viaje político que lo lleva hasta Londres y que podría poner en riesgo todo aquello que para él es sagrado. Además, la sombra de la aventura de Demelza con el teniente Hugh Armitage todavía afecta a su matrimonio y sus viajes a Londres no ponen las cosas fáciles. Demelza, por su parte, busca respuestas mientras se hace cargo de la seguridad de Nampara en ausencia de Ross. Mientras tanto, Morwenna sigue sufriendo la opresión de su marido, el reverendo Ossie Whitworth, y los Enyses se enfrentan a una de las mayores complicaciones de su vida.

Ross y Demelza se deciden a poner buen rumbo a su relación y los Enys anuncian que esperan un bebé. La salud de Hugh empeora y esto amenaza con afectar a varios frentes, entre ellos al propio matrimonio de los Poldark. Tom Harry desafía a Sam.

Ross da su discurso en el parlamento y encuentra notoriedad en Londres, donde se reúne con el ahora adolescente Geoffrey Charles. Dwight y Caroline dan la bienvenida a su nueva hija, Sarah, pero su felicidad se ve enturbiada por una noticia.

Mientras George organiza su regreso a Westminster, Ross se reúne con su familia en casa. Pero la tragedia golpea en el centro de Cornualles, obligándolo a renunciar a su calma para tomar cartas en el asunto una vez más.

George aumenta la presión hacia los más pobres, llevando a Ross a elaborar una arriesgada maniobra. Las adversidades que los Poldark están afrontando, sin embargo, podrían no estar destinadas sólo a la gente de Cornualles...

Después de haber descubierto que Nathaniel Pearcee está detrás del desfalco de fondos del cliente de Pascoe, los Warleggan toman cartas en el asunto. En Londres, Ross percibe que Adderley lleva a Geoffrey Charles por el mal camino.

Los Poldark, los Enyses y los Warleggan disfrutan de las distracciones de Londres. George mima a Elizabeth, encantado con la idea de un heredero y la celebración de un baile solidario. Pero en la fiesta las cosas se complican.

Elizabeth espera convencer por fin a George de que Valentine es su hijo. Ross vuelve a Cornualles para arreglar las cosas con Demelza, mientras ella intenta ayudar a Morwenna y Drake a construir un futuro. Elizabeth intenta reparar su propio matrimonio.