Harry investiga la muerte de una mujer que se ahogó en una piscina del patio trasero. Aparentemente, fue golpeada en el costado de la cabeza y su esposo afirma que le falta su collar caro. Leo y Nikki investigan la muerte de Lucie Philips, una víctima de secuestro que fue llevada una semana antes. El padre de la niña intentó pagar el rescate, pero el dinero nunca se recogió, lo que lleva a la policía a creer que los secuestradores podrían tener otros motivos. También investigan el asesinato de un repartidor de pizzas que tiene similitudes con la escena del crimen de Philips. Un tercer asesinato lleva a la policía a sospechar que podrían estar presenciando el trabajo de un asesino en serie. La abuela de Nikki muere, lo que la pone en contacto con su padre distanciado.

Leo y Nikki encuentran otra víctima que aparentemente fue atada y enterrada viva. Sin embargo, continúan teniendo dificultades para encontrar un vínculo común entre todas las víctimas. La investigación se centra en el editor de una revista filosófica que tuvo un desacuerdo intelectual con una de las víctimas, pero el caso es más complejo de lo que se imaginaban al principio. Harry descubre que su víctima que murió ahogada estaba embarazada, lo que pudo haber contribuido indirectamente a su muerte. El padre de Nikki es liberado de prisión y desaparece rápidamente.