El equipo es llamado después de que el Sr. Stickley de la Junta de Quejas de la Policía siente que algo no está bien con una redada policial armada en una casa donde varias personas fueron asesinadas, incluyendo a uno de los agentes y una mujer misteriosa. Un joven musulmán llamado Melik ha sido gravemente herido y está en el hospital. El Sr. Stickley cree que el policía fue asesinado por Rhys Allen, un colega que tenía una aventura con la esposa fallecida. La hermana de Melik, Isra, confía en Nikki que todos los "sospechosos" estaban desarmados y no eran terroristas, y teme que las autoridades estén encubriendo los hechos, especialmente debido a la actitud agresiva del Inspector Transfield, sobre todo cuando Nikki es atacada y le roban pruebas de su computadora portátil.

Harry Dalton y DI Helen Okoroafor logran identificar a la mujer muerta en la escena del ataque, resultando ser una DS que trabajaba encubierta y a quien la policía se negó a identificar cuando los patólogos les entregaron su muestra de ADN. Mientras DI Tranfield sigue buscando la célula terrorista que está segura de que está a punto de atacar, Nikki Alexander continúa tratando de reconstruir las pruebas de la escena del ataque, pero claramente faltan piezas. Una recreación del tiroteo muestra lo que sucedió y también identifica a la única persona en la posición correcta para haber disparado al oficial de policía.

The team assists DI Paul Renick following the assumed suicide of Jamal Al Sham and discover that he was murdered and was a people smuggler, blamed by Varkey Khoury, head of a family of Syrian refugees, for killing his wife. Varkey's 15 year old daughter Akka approaches Nikki for news of her mother, leading to Nikki sheltering her whilst the police haul in another young woman Tamara as a likely killer. At the refuge camp in Calais apparent altruist Yusuf Hamed assists 12 year old Sosa to come to England whilst Kalil Aziz, an associate of Sham, is also murdered and the police and pathologists make a grim discovery in an English forest.

Los patólogos se unen a la policía para retirar los cadáveres de los refugiados que se asfixiaron en el furgón cerrado y encuentran una posible pista en los mensajes de teléfono enviados por las víctimas moribundas. Mientras se sospecha de un agente de aduanas que está a punto de jubilarse por permitir el contrabando de personas, el equipo establece que el culpable tomó dinero de los familiares de los migrantes a quienes luego dejó morir, incluida la madre de Akka. Yusuf rescata a otro grupo de refugiados de un segundo furgón cerrado, escapando con Sosa antes de que llegue la policía, pero la pista real surge a través de una organización benéfica siria a la que el asesino donó el dinero de las víctimas.