Cuando Nikki ve a la adolescente descalza Shannon Kelly siendo atropellada por un coche mientras huye de alguien, se queda con ella hasta que llega la ambulancia y luego la visita en el hospital, donde está claro que tiene miedo de un hombre. El DS Masood le dice a Nikki que Shannon ha sido abusada sexualmente y sospecha de Abdul, su padrastro separado. Shannon aparece en casa de Nikki y acepta a regañadientes volver al hospital. Mientras tanto, un grupo de hombres jóvenes asiáticos está atrayendo y explotando a chicas blancas de la escuela para el comercio sexual. Ya tienen a la amiga de Shannon, Amy, y van tras otras dos, Hannah y Lauren. Los patólogos investigan dos casos aparentemente no relacionados: los restos de una niña encontrados en un equipaje de aeropuerto abandonado y un hombre tatuado, John Dear, que murió envenenado. Luego se encuentra un tercer cadáver, el de Amy.

A través de un vínculo de ADN, los patólogos descubren que John Dear fue cliente de las prostitutas infantiles no deseadas Shannon y la fallecida Amy, mientras que también se identifica a la víctima de la maleta. Nikki visita a Shannon en el hospital y descubre información sobre la banda de secuestradores, pero la joven está demasiado asustada para revelar nombres. A través de las cámaras de seguridad, el detective Masood obtiene el número de matrícula de un visitante de Shannon y llega a una compañía de taxis donde trabaja Salman, un miembro de la banda algo reacio y de buen corazón. Salman ayuda a Hannah y Lauren a escapar, pero muere cuando su taxi se estrella. Las tres chicas son devueltas a sus hogares, pero no quieren hablar sobre su experiencia y, con Abdul jurando venganza, Nikki debe ayudar al detective Masood a resolver los asuntos. Con el caso cerrado, Harry anuncia que se va a marchar para asumir un puesto de profesor en Nueva York.