Harry Cunningham es solicitado para revisar un caso en una disputa de seguros. La compañía de seguros se niega a pagar una póliza cuando los resultados de la autopsia muestran que la mujer estaba intoxicada y probablemente fue responsable de la caída que la mató. Su familia insiste en que eso es imposible ya que ella era abstemia. Nikki Alexander investiga cuando se encuentran restos humanos enterrados en un campo. Los lugareños creen que el cuerpo es el de Clara Young, quien había desaparecido 18 meses antes. Los restos se encuentran en el sitio de un campamento de viajeros o gitanos y la policía está convencida de que George Wood, uno de los residentes del campamento, es responsable, pero las pruebas de Nikki demuestran lo contrario.

George Wood es liberado por la policía pero pronto es encontrado muerto en su caravana. Aunque se intenta hacer parecer un suicidio, está claro que es un asesinato. El caso se vuelve aún más complicado para Nikki y las autoridades cuando ella determina que hay restos de dos víctimas en el campo, no solo una. Las pruebas en el asesinato de George Wood apuntan a alguien con conexiones con la policía. Harry Cunningham cree que la mujer muerta en su caso de seguro probablemente sufría de demencia y busca probar la causa.

Sam Ryan recruits the Lyell team to investigate the assassination of the health secretary, but Nikki is unsure whether Sam knows more than she's letting on.

DNA evidence linked to the health secretary's assassination forces Nikki to face her past in the present. As her investigation progresses, Nikki realises that its consequences will affect her, and her profession, forever.

The death of an investigative journalist throws the spotlight onto Sam Ryan. Nikki begins to realise that the implications of her discoveries will challenge the principles of forensic science.

Events lead Nikki to conclude that getting the truth will put the Lyell team and everything they love in danger.