Elevado por el amor, Harry quiere llevar a su nuevo hombre a las celebraciones de Diwali de su familia, y termina causando un colapso.

Heather intenta mantener la calma cuando recibe una queja de acoso laboral, pero no lo logra y arruina su carrera por completo.

La existencia de la casa está en peligro cuando un compañero de casa decide mudarse y la pandilla descubre que reemplazarlo es prácticamente imposible.

Organizado por Harry, Manju ya está algo hosca en su reunión de cumpleaños número setenta, cuando un comentario errante posteriormente lleva a que esa hosquedad se convierta en beligerancia específicamente hacia Harry. Manju, siendo ella misma manipuladora, hace un pronunciamiento destinado a hacer que Harry se sienta lo suficientemente culpable como para disculparse, pronunciamiento que Harry no cree que ella llevará a cabo hasta el final, por lo que Harry le reta. Sintiendo que tal vez ha ido demasiado lejos, Heather convence a Harry de mantener su postura o de lo contrario ella sabrá que siempre podrá manipularlo. Con esas jugadas que se prolongan hasta la noche y que llevan a que tanto Harry como Manju tengan poco o ningún sueño, algo sucede por la mañana que cambia la situación entre ellos. Mientras tanto, Stuart está de regreso a Melbourne en un viaje de negocios, Liz, quien en su última llamada telefónica afirmó que necesitaban hablar, hace que Stuart crea que ella tuvo una aventura. Liz tiene que decidir exactamente cómo abordar el tema del "problema" con él. Y Ben finalmente tiene una cita que Ainsley descubre. No es tanto que él tenga esta cita, que él no ve como tal, sino con quién es la cita. En cualquier caso, Ainsley en particular tiene que decidir si y qué contarle a Heather.