Maggie se obsesiona con los ácaros del polvo y se niega a aceptar la existencia de todo un microcosmos que vive no sólo junto a nosotros sino también en nosotros mismos. Esta manía microscópica le impedirá consumar su relación con Joel. Mientras tanto, Maurice quiere invertir su dinero comprando un valioso violín, y contrata a un experto violinista para que le asegure que el instrumento es auténtico. Éste, al enterarse de que Maurice pretende guardar semejante maravilla de violín en una caja fuerte sin dejar que nadie vuelva a tocarlo, se vuelve loco y planta una bomba bajo el coche del millonario.

Joel descubre un mamut intacto bajo la superficie de un glaciar, y corre a buscar a un experto que confirme su descubrimiento. Sin embargo, cuando éste llega atendiendo su petición, el mamut ha desaparecido y del glaciar no quedan sino cuatro bloques de hielo arrasados por un bulldozer. Siguiendo las huellas de la máquina, Joel llega hasta casa de Walt, y sorprende al anciano dándose el banquete de su vida. Mientras tanto, Maurice convence al doctor del psiquiátrico en el que está ingresado Cal, el violinista que hizo explosionar su coche, de que deje salir a éste para que pueda darles a él y a su amada agente Semanski un concierto privado.

Phil es uno de los primeros en notar que hay algo malo en el nuevo agua embotellada de Cicely; está alterando el comportamiento de hombres y mujeres y causando que éstas tengan una actividad sexual mayor de lo normal. Mientras tanto, Cal el violinista se convierte en un fugitivo de la justicia; y Alaska deja libre a Joel para volver a Nueva York.

Cal, el fugitivo virtuoso del violín, quiere reformarse con la ayuda de Maurice y la oficial Semanski, que se inmiscuye en su empeño. Mientras, las rupturas de etiqueta de Phil ofenden a los habitantes locales; y un juicioso joven en una clase de de danza se mueve al ritmo de un tambor diferente que el de su compañera.