Pratt, un residente de segundo año muy seguro de sí mismo, desea comprobar sus aptitudes trabajando en el turno de noche (de 23 a 7h) pero a veces sus actos heroicos le saldrán mal. Pratt muestra desprecio por Ed Gamble, un hombre que no presenta ningún síntoma de enfermedad pero que ha perdido el habla temporalmente. Cuando Weaver menosprecia la "incompetencia" de su personal, también comete un grave error. Un hombre con la pierna rota grita desesperadamente y espera varias horas hasta que le atienden. Neela trata a una niña pequeña que llega con su inseparable abuela y cuyo estado es de no reanimar. Por otra parte, Abby necesita conseguir dinero desesperadamente. Más tarde se encuentra con Kovac y con su nueva novia. Y a Corday empieza a caerle bien el Dr. Dorset.

Lewis está preocupada por Ben Hollander, un arquitecto angustiado y abatido ante su problema de vista degenerativa. Samantha Taggart, una enfermera nueva y llena de vida, sustituye a Abby, que ha decidido regresar a la Facultad de Medicina. Entretanto, los médicos sospechan que una madre está maltratando a su hijo. Corday descubre algo sorprendente sobre el carismático Doctor Dorset. Y un estudiante de medicina inexperto queda abrumado por el caos y las espeluznantes condiciones de vida de la sala de urgencias.

Para sorpresa de todos, Lewis organiza en su casa una cena con su paciente Ben Hollander, un anciano deprimido que está a punto de quedarse ciego. Además, Lewis atiende a un ama de casa estresada, prepara una reunión con Hacienda para una inspección y encuentra incluso tiempo para esconder el brazo ortopédico de Romano. Entretanto, Neela y Pratt atienden a un vulnerable joven de 18 años que ha sufrido una agresión en la cárcel, y Gallant se la juega en un arriesgado traslado al hospital de un joven paciente con cáncer séptico. Kovac se enfrenta con Corday por el tratamiento de un paciente que Corday cree que tiene una apendicetomía. Además, Sam, la nueva enfermera, deja a su precoz hijo Alex en la sala de urgencias durante un día entero, y allí el niño asiste a una clase magistral de medicina.

El día de Acción de Gracias, el personal del hospital está muy agobiado ante el escaso número de médicos. Abby atiende a Loren, seropositiva, que sufre una hemorragia y podría estar embarazada. Un terrible accidente cercano amenaza con colapsar todo el personal del hospital. Cerca de allí, Lewis no es consciente de que su ex-marido Chuck está en medio de la catástrofe. Entretanto, Romano amenaza seriamente con presentar una demanda contra Pratt, que con desparpajo sigue burlándose de Abby con complicadas preguntas médicas. En ese mismo momento, Abby se pregunta que estará haciendo Carter ahora en África.

Carter regresa al Hospital General del Condado donde le dan una calurosa bienvenida. Aunque Abby se queda helada cuando se entera de que la novia africana de Carter, la guapa Kem, espera un hijo de Carter, ha conseguido seguir con su vida y ha vuelto a la Facultad de Medicina. Entretanto, el día empieza mal para Pratt porque Gallant se ha enterado de que se ha estado acostando con Valerie, su atractiva hermana. Pratt se hunde al comprobar que cada una de sus decisiones médicas son desestimadas. Salva heroicamente la vida de una persona que ha tenido un accidente gracias a una resonancia magnética crucial, pero se equivoca al apresurarse a entubar al hijo del accidentado, que tiene osteoporosis, y acaba fracturándole el cuelle y dejándolo paralítico de por vida. Por otra parte, Kovac informa a Weaver de que vuelve a África. Y Sam siente que está descuidando a su hijo, que está empezando a portarse mal en el colegio.

Carter echa de menos a su novia, que está embarazada y ha vuelto a África. Una familia de cuatro miembros se apresura a la sala de urgencias tras haber sufrido un envenenamiento por monóxido de carbono de su caldera defectuosa, lo que obliga a la claustrofóbica de Neela a acompañar al recién nacido a una cámara hiperbárica muy incómoda. Por otra parte, Lewis ve con optimismo su futuro con Chuck, mientras que Sam tiene motivos para cuestionarse su relación con Kovac. Además, Lewis y Abby atienden a un maníaco lleno de sangre, a la vez que Weaver asesora a una madre cuyo hijo da positivo en los tests de leucemia. En medio del caos, Chen regresa de China y trae consigo a su padre enfermo.

El doctor Pratt presiona a los internos, Abby, Neela y Ray, para que realicen al menos 25 altas durante su turno. Mientras Ray se las ingenia para que sus altas sean las más rápidas y sus peticiones se resuelvan del mismo modo, Neela, que todavía no se siente muy segura, debe ayudar a un aterrorizado enfermo de leucemia. Mientras, Abby aplica una medicación a un paciente expuesto al virus del Sida que sólo se debe aplicar a los médicos que han sufrido algún contagio por pinchazo.