Nikki y Jack son llamados a una estación de metro donde un exsoldado sin hogar ha caído debajo de las ruedas de un tren subterráneo. Mientras tanto, la recepcionista del hotel de la estación, Lana Sutherland, se encuentra con otro hombre sin hogar, Owen Hanmore, a quien invita a quedarse con ella y se convierte en su amante. Mientras tanto, ocurre una serie de asesinatos sin una conexión visible, más allá del hecho de que todas las víctimas habían utilizado la misma estación de metro.

Mientras que las fibras debajo de las uñas de la última víctima proporcionan un vínculo con el albergue para personas sin hogar de St Jude, Lana es entrevistada como una formalidad y afirma que Owen Hanmore estaba fuera de la estación de metro en el momento de la primera muerte y, por lo tanto, debe ser inocente. Sin embargo, Clarissa encuentra evidencia de las huellas de Lana en el teléfono de la víctima y tanto Lana como Hanmore están cada vez más bajo sospecha mientras localizan al hijo de Lana e intentan secuestrarlo. El niño proporcionará un vínculo con los asesinatos mientras Nikki ayuda a Luke a enfrentar su propio pasado.