En Washington, DC, cerca del Capitolio, una camioneta golpea accidentalmente y deja gravemente herido a un peatón, quien resulta ser The Cooler, un asesino a sueldo buscado, cuyo próximo objetivo parece ser un comandante teniente de la Marina; Gibbs y su equipo investigan al objetivo, el Cte. Geoffrey Brett, y sus circunstancias, incluida la amenaza. The Cooler recupera brevemente la conciencia en un hospital, luego muere antes de que un agente de NCIS lo alcance. Ziva actúa como escolta protectora de Brett, pero él la deja. Tony y McGee se encuentran con una CPA, luego ella muere. Los tres mosqueteros recopilan piezas de evidencia y, junto con Gibbs, las unen; Brett dice que necesita un abogado. Mientras tanto, Abby se ofrece como donante de órganos, aprende más sobre sí misma, visita un centro de rescate de animales, conoce a alguien a quien admira, examina sus propios sentimientos y tiene una conversación seria con Gibbs.

Abby tiene más pesadillas; los Navy Seabees continúan trabajando en el edificio; un psicólogo realiza evaluaciones psicológicas obligatorias a todos; el cuerpo de un trabajador del arsenal aparece cuatro meses después de la explosión; Abby y el resto lo resuelven todo.