Un grupo de agricultores está cazando a un perro que ha matado algunas de sus ovejas, cuando uno de ellos, Richard Ealham, recibe un disparo. El sospechoso más probable es Jeff Kean, quien acaba de descubrir que su esposa Sheila está teniendo una aventura con Ealham. Hay una gran demanda de los famosos bollos de Aidensfield, pero Bill Dyson es el único que conoce la receta y no quiere dársela a sus hijos, quienes dirigen la panadería, porque se ha vuelto senil y no se llevan bien entre ellos. En cambio, confía la receta a Greengrass en un momento de lucidez, por si acaso un día la olvidara. Gina recibe una carta de su tío, que dice que ya no podrá volver al pub y que renunciará a su licencia.