Nueva York en los años 60, los comienzos de una de las más prestigiosas agencias de publicidad y la vida de en uno de los más misteriosos ejecutivos de la firma, Donald Draper, un hombre con un gran talento.

Scrubs es una divertida comedia en la que se relatan las surrealistas experiencias de un joven médico, J.D. Dorian (Zach Braff) durante sus prácticas en un hospital, el Sagrado Corazón, plagado de empleados y pacientes a cada cual más especial. Dorian, a quien sus compañeros llaman por las siglas J.D., acaba de aterrizar en el hospital donde deberá llevar a cabo sus primeras prácticas como médico residente. Pero este no es un hospital normal, ya que por sus instalaciones abundan personajes de toda clase totalmente imprevisibles en sus actuaciones. A Dorian le acompañan otros dos novatos: su compañero de facultad Chris Turk (Donald Faison), que también está realizando un periodo de prácticas perteneciente al equipo quirúrgico del hospital, y la impulsiva y muy atractiva doctora Elliott Reid (Sarah Chalke). Siempre alerta frente al equipo de novatos está el paternal jefe de medicina, el doctor Bob Kelso (Ken Jenkins) el mordaz y mundano doctor Phil Cox (John C. McGinley) y la comprensiva enfermera Carla Espinosa (Judy Reyes).

Bienvenido a Stars Hollow, Connecticut, una ciudad encantadora, pequeña y un poco fuera del centro conocida por sus jardines verdes, casas de madera y suficientes personajes extravagantes para llenar cada paseo en carruaje, desfile y picnic en millas. Es aquí donde conocemos a la testaruda Lorelai Gilmore, de 32 años, quien se labra una vida cómoda, cálida y llena de cafeína para ella y su igualmente obstinada hija adolescente, Rory. Pero cuando la atención de Rory pasa de los sueños de la escuela privada y Harvard a los pensamientos de los niños y la autosuficiencia de los adolescentes, la madre soltera Lorelai comienza a notar más de su propia juventud rebelde, hace solo 16 años, en Rory.

Brenda (Shannen Doherty) y Brandon (Jason Priestley) son dos hermanos que se mudan con sus padres desde la fría Minnesota al soleado y elitista barrio de Beverly Hills en Los Ángeles (California). Allí hacen amistad con un grupo de chicos con los que vivirán las típicas situaciones que marcan el paso de la adolescencia a la madurez. Todos ellos, estudiantes de instituto, se enamoran, se desenamoran, se pelean, se reconcilian, se rebelan contra sus padres...