La unidad investiga una serie de ataques a centros de datos, perpetrados por un miembro de la lista negra con una condición muy peculiar. Mientras, Liz lidera una investigación secreta en paralelo. Glen trata de demostrar su valía desesperadamente.

Liz se ve forzada a elegir entre Red y la unidad. Mientras tanto, Red intenta calmar a Ilya Koslov, que cree estar bajo vigilancia.

Liz y la unidad se encargan de un caso que podría cobrarse nuevas víctimas. Reddington intenta ayudar a un amigo de Dembe en peligro.

Aún afligida por la pérdida de su madre, Liz renuncia al FBI y comienza a planear su venganza contra Reddington. Mientras tanto, Cooper y el resto del grupo de trabajo comienzan a rastrear a Liz y reciben información de que ella planea asesinar a Reddington después de que sea hospitalizado. Después de un intento fallido de matar a Reddington, Liz se acerca a Ressler herido que, a diferencia de Aram, no planea arrestarla de inmediato. Mientras tanto, Cooper va a encontrarse con Reddington, quien planea poner a Liz en la lista negra.

Después de ser incluida en la lista negra por Reddington, Liz se vuelve rebelde y emprende un viaje para encontrar a todos los asociados de Reddington que se vuelvan contra él y reclamen su imperio criminal. Mientras tanto, el grupo de trabajo se muestra reacio a arrestar a Liz debido a todo el trabajo que ha hecho para el FBI.

El equipo contratado de Keen roba un USB de la bóveda del banco de Reddington. Encontrar a Keen se convierte en una prioridad mayor para el grupo de trabajo, ya que un miembro de la lista negra previamente arrestado, The Freelancer, acude a la corte con un abogado recién nombrado, quien le aseguró una fácil liberación. Solicita que se retiren los cargos en su contra, ya que el agente Keen nunca puso a disposición del tribunal los datos del caso del informante. El juez convoca a Keen, pero a pesar de encontrar a su equipo contratado, el grupo de trabajo no la encuentra. Cooper y Cynthia intentan persuadir al juez de la razón por la cual los datos del informante no pudieron hacerse públicos, pero el juez aún ordena la liberación del Freelancer, quien luego descubre que era el plan de Keen lograr que lo liberaran. Más tarde, Cooper encuentra el USB cifrado robado de Reddington que alguien dejó en su automóvil.

En una mirada retrospectiva a los puntos de inflexión clave, se vuelven sobre los pasos que llevan a Liz a alinearse con un enemigo poderoso.

El grupo de trabajo trama un plan para robar una máquina de cifrado de la era soviética necesaria para descifrar mensajes codificados. Townsend pone a prueba la lealtad de Liz. Red y Dembe están llamados a una reunión inesperada.

Liz y el Grupo Especial siguen nuevas pistas en su investigación sobre el N-13. Red toma medidas para infiltrarse en la organización criminal de Townsend.

Las fuerzas especiales se ponen manos a la obra para detener a un resbaladizo asesino que va detrás de Liz.