El detective Murdoch investiga la muerte de Oliver Hoyle, quien es encontrado en la sala de billar de su exclusivo club. Hoyle era parte de un grupo de solucionadores de acertijos competitivos y podría haber sido asesinado después de resolver un acertijo publicado por Edgar Allan Poe muchos años atrás. Parece que uno de sus competidores lo mató para llevarse la gloria para sí mismo. Mientras tanto, Julia visita a su padre Lionel, pero llega solo para enterarse de que su padre ha fallecido. Su médico, el Dr. Bradley, cree que murió de un fallo cardíaco durante la noche. Julia está confundida, especialmente cuando el Dr. Bradley se niega a realizar una autopsia. Murdoch pronto se une a ella y al principio duda de que haya sucedido algo ilegal. Reconsidera su posición cuando se entera de que Julia ha encontrado una marca de aguja en el cuello de su padre y un nuevo vecino es el beneficiario de su testamento.